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12/05/2021 - 21:16 General
Enfermería, Día Internacional, San Juan de Dios

Una definición estándar de la enfermería define a esta como la ciencia que se dedica al cuidado y atención de los enfermos y heridos, así como a otras tareas de asistencia sanitaria, clínica y a la promoción y prevención de la salud. La enfermería forma parte de las conocidas como ciencias de la salud, trabajando de forma autónoma e independiente, y a su vez, formando parte de un equipo multidisciplinar.

Según la propia definición del Consejo Internacional de Enfermería, la enfermería tradicional abarca los cuidados autónomos y en colaboración, que se prestan a las personas de todas las edades, familias, grupos y comunidades, enfermos o sanos en todos los contextos, e incluyen la de la salud, la prevención de la enfermedad, y los cuidados de los enfermos, discapacitados y personas moribundas. Las funciones esenciales de la enfermería son la defensa, el fomento de un entorno seguro, la investigación, la participación en la política de salud y en la gestión de los pacientes y los sistemas de salud, y la formación.
En cualquier definición que se consulte, personalmente, a mi como enfermero, me falta un aspecto más, y es que la Enfermería, también es un arte.

Es un arte, porque cada profesional puede dar a sus cuidados una impronta propia y personal como cualquier artista haría en una de sus obras. Los propios modelos y teorías de la enfermería son en sí, obras de arte. Los modelos y teorías de enfermería pretenden describir, establecer y examinar los fenómenos que conforman la práctica de la enfermería.  Se denominan de acuerdo a la persona que primeramente comenzó su puesta en práctica, expresando así su manera de hacer y su concepto singular sobre la persona humana en su estado de salud y enfermedad.

Se asume por la disciplina que para poder determinar que existe una teoría enfermera esta debe contener los elementos del metaparadigma de enfermería (conjunto de elementos esenciales que identifican los fenómenos de interés para la enfermería).

Cada disciplina hace suyos los términos relacionados con la teoría y su desarrollo con el fin de dotarla de un cuerpo de conocimiento que le permita orientar el ejercicio de su disciplina.

La enfermería como profesión existe desde que, a medidos del s. XIX, Florence Nightingale expresó su convicción de que la enfermería debía de tener un conocimiento diferente al conocimiento médico. Describió la función propia de enfermería, los objetivos de los cuidados de enfermería y su praxis. Es a partir de los años 50 del s. XX cuando se comienzan a desarrollar los modelos conceptuales que pueden clasificarse según su centro de interés principal. Así, podemos distinguir modelos naturalistas ( Florence Nightingale ), modelos de suplencia o ayuda ( Virginia Henderson , Dorothea Orem, San Juan de Dios ) y modelos de interrelación (H. Peplau, M. Gordon, C. Roy).

Nos fijemos en el modelo que nos fijemos, detrás de todos ellos está el método científico que es el que conduce el proceso de atención de enfermería. La enfermera parte de una valoración integral del paciente-familia para conocer su situación. Con los datos recogidos, la enfermera hace un diagnóstico. Con el diagnostico hecho, idea el plan de cuidados que se van a realizar. Posteriormente lleva a cabo, ejecuta ese plan de cuidados que se ha decidido aplicar. Es muy importante que según se vayan aplicando los cuidados se sigan recogiendo datos para poder valorar la eficacia de los mismos, ya que la última fase de este proceso es la evaluación de la correcta evolución del plan trazado.

Para poder llevar a cabo el proceso de atención de enfermería, la enfermera dispone de un lenguaje estandarizado NANDA, NIC, NOC.
NANDA, taxonomía de los diagnósticos de enfermería
NIC, Clasificación de intervenciones de enfermería
NOC, clasificación de resultados de enfermería.

Los Planes de Cuidados individualizados, a su vez se fusionan dentro de objetivos colectivos del equipo y quedan reflejados en un plan terapéutico individualizado en el que se hace partícipe al paciente del mismo.

La Normalización de la práctica, la Personalización del servicio y la Continuidad asistencial compartida con el resto de profesionales son herramientas imprescindibles para la mejora de la Calidad Asistencial. Nuestra asistencia, por tanto, se basa en la competencia profesional y en la orientación a la calidad de los resultados, ya no como un derecho en sí que tienen los enfermos y sus familiares, sino que constituye un compromiso ético de todos los profesionales de enfermería.

La enfermería asume, desde este compromiso ético, la responsabilidad de una administración eficaz de sus cuidados, velando para que las decisiones estén siempre fundamentas en la calidad y con el mayor grado de evidencias científicas disponible.

El perfil de nuestros cuidados de enfermería de la Clínica Nuestra Señora de la Paz es humanizar, ayudar a vivir dignamente el “periodo” en la que la persona se encuentre afectada por la enfermedad. No obstante, nuestro trabajo también va encaminado a la promoción de la salud (sensibilización y normalización), a la educación y a la prevención de la enfermedad (disminuir riesgos y complicaciones).
La enfermera, dentro de ese plan de cuidados individualizado, puede aportar su personalidad, su estilo, su impronta, hacer arte de la enfermería, haciéndose sensible al dolor ajeno con su trato singular y sensible hacia el enfermo, su familia y las circunstancias que lo rodean.  Esta empatía es el “alma” de los cuidados enfermeros en nuestro centro. Se hace imprescindible por lo tanto una humanización innata de la persona que cuida a la persona.

Es esta virtud uno de los puntos fundamentales en el perfil de los profesionales de enfermería de nuestro centro, donde en cada uno de los cuidados que se prestan hay algo único de la persona que los administra dejando en todo lo que hace su huella, su arte.


Roberto Izquierdo García
Coordinador de Enfermería de la Clínica Nuestra Señora de la Paz