Jaime del Corral: “Sin humor, el peso del mundo nos aplastaría a todos”

Fecha: 
07/05/18
Categoria: 
General
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Jaime del Corral: “Sin humor, el peso del mundo nos aplastaría a todos”

Jaime del Corral, psiquiatra de la Clínica Nuestra Señora de La Paz, ha participado en el IV Congreso Nacional de Comedia, organizado recientemente en la Universidad Autónoma de Madrid. Durante su conferencia, titulada ‘Sobre el humor y lo mental’, ha destacado que “el humor es imprescindible porque, sin él, el peso del mundo nos aplastaría a todos. Cuando alguien bromea se coloca a cierta distancia de los problemas, juega con ellos y libera la tensión psicológica”.
 
El especialista ha explicado que “el punto de partida del humor siempre es un conflicto que crea una tensión inicial, después se crea un relato que lo resuelve de algún modo y la risa es la relajación final”. También ha recordado que “la sonrisa es una forma de conectar con quien tenemos delante y de mostrar empatía. Posiblemente, es la forma más básica de comunicación empática”. También ha explicado otros elementos del humor, como el ingenio, la sorpresa, la expectativa o los recursos literarios, y cómo la comedia moderna resalta estos elementos llegando muchas veces a prescindir de la risa.
 
Jaime del Corral ha establecido un paralelismo entre la comedia y el tratamiento psiquiátrico: “Cuando hacemos terapia también presentamos un relato para aliviar la angustia de las personas y el psiquiatra, al igual que el cómico con el público, tiene que tener carisma (empatía) y autenticidad para conseguir conectar emocionalmente con el paciente y que este acepte el relato”.
 
El psiquiatra ha detallado que “es importante saber utilizar el humor en la terapia para desbloquear sentimientos que impiden avanzar al paciente, como la vergüenza, la angustia, la culpa o el miedo”. No obstante, ha matizado que el humor que se usa en la consulta psiquiátrica debe ser “adecuado, suave y blanco” y que no es un recurso válido para todos los pacientes ya que, por ejemplo, “el chiste es hiriente para la persona con depresión porque, aunque lo entienda, carece de la vitalidad necesaria para la risa y sufre al percibirlo”.