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25/09/2012 - 19:18 General

El Hermano Superior de la Provincia Bética, Julián Sánchez Bravo, abogó en la conferencia inaugural del II Encuentro de Directivos de la Provincia Bética por “llevar a cabo una política de austeridad" para afrontar las dificultades de financiación por la que atraviesan los centros de la Orden.
 


En este sentido insistió en que “hay que repartir bien los recursos de los que disponemos” y pidió a los colaboradores responsables de los diferentes centros “que en tiempos difíciles tanto Hermanos como Colaboradores necesitamos imbuirse del carisma de San Juan de Dios y fomentar comportamientos ejemplares”

En un discurso titulado “Advertencias para tiempos de vacas flacas” hizo referencia a la constante histórica de crisis y recuperación económica. Sánchez Bravo aludió a fábulas como la de la Hormiga y la Cigarra y a acontecimientos históricos como la crisis del 29 para llegar hasta el actual escenario de crisis económica mundial y concluir  que “a hombres perspicaces y sabios que almacenaban y guardaban en los años buenos lo que serían provisiones en los años de hambre”, como recoge un texto del Génesis.

El Hermano Superior quiso resaltar como uno de los principales objetivos de la Orden adherir a su misión Colaboradores “sabios y perspicaces” con la cualidad juandediana añadida de la “humildad” y la conciencia de que estamos ante un reto común de toda la Provincia “Solos no podemos”, enfatizó.

Sánchez Bravo dijo a los Colaboradores que “estamos aquí por algo más que un salario; para desarrollar, profundizar y construir un nuevo estilo de hospitalidad” y defendió la búsqueda de nuevas vías de colaboración con las instituciones públicas “a las que estamos vinculadas para ofrecer asistencia a las personas que sufren”

En su discurso, el Hermano Superior destacó el crecimiento de la contratación indefinida en la plantilla de la Provincia Bética. Asimismo, la Institución ha incrementado sus recursos es en la formación de sus colaboradores.

El Hermano Superior explicó las consecuencias de ser expulsado del mercado laboral, las resumió en diez, desde aquella que arrebata los elementos básicos para vivir, pasando por el aislamiento, la desmotivación, la pérdida de talento o de identidad. “Cada una de estas pérdidas provoca otras diez-dijo- .

Para concluir, el Hermano Superior recordó las preocupaciones de San Juan de Dios en su lecho de muerte: entre otras, el impago de sus deudas para entonces recordar que una de las normas más importantes de la Orden es “el compromiso sagrado de pagar las deudas”.