“La idea de buena vida no implica solo cultivar la gratitud u otras fortalezas del carácter, desarrollar optimismo o tener experiencias de plenitud, sino que también tiene que ver con el afrontamiento positivo mediante el tratamiento de la culpa, el disgusto o la envidia, aceptando estas emociones, pero comprometiéndose a seguir teniendo metas congruentes con los propios valores para tener una vida plena y con significado”. En una nueva entrada del blog Abretumente, Calixto Plumed O.H., psicólogo clínico de la Clínica Nuestra Señora de La Paz, nos anima a pensar en positivo porque hacerlo “es aceptarse y aceptar, y ser hospitalarios y poseedores de una gran dosis de humanización”.

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